viernes, 28 de febrero de 2014









SOCIEDAD: CRISIS   Y   PRIORIDADES


Una sociedad, en casos de crisis, ¿a quién debe de dedicar sus prioridades?
¿A las personas? ¿ O a los organismos de la estructura de la sociedad?.
  Se podría pensar y argumentar que los organismos son los sistemas creados por la sociedad para utilizar sus funciones  de la manera adecuada para la conservación y mejora de la misma sociedad. Por ello, si se desatienden, eso podría conllevar graves daños al conjunto de la sociedad.  



Según esta tesis, la atención a los  organismos creados por la sociedad debe de ser prioritaria, incluso por encima de las personas, puesto que, siempre según esta creencia, si se desatiende a los organismos, que garantizan el funcionamiento de las infraestructuras de la sociedad, y se acabaría por perjudicar a las personas en un plazo medio o largo.
  


Una vez cubiertas todas las necesidades de los organismos, si quedaren fondos, podría dedicarse la parte conveniente de dichos fondos remanentes a subsanar en lo posible las necesidades acuciantes de las personas que lo acrediten.
  





Dicho de manera más expeditiva: según los seguidores de estas teorías, los seres humanos están al servicio de los organismos y no al contrario, pues la mayoría de las personas pueden ser fácilmente  recambiable; las organizaciones  no pueden dejar de funcionar aunque sea a costa de un número  determinado de personas.






  Pero, claro está, la decisión de aplicar o no  cualquier teoría se halla en los pensamientos y en las manos de los Dirigentes de la sociedad, es decir, de los representantes de los ciudadanos: los políticos.
   Un ejemplo, en cierta manera de esta teoría del funcionalismo de las estructuras sobre las necesidades humanas,  y definitorias de la manera de pensar de los Dirigentes de la sociedad que aplican esta teoría de primar a los organismos sobre los seres humanos la tenemos en el reciente caso producido en España, con las más que generosas ayudas concedidas por el gobierno y los Parlamentos al sector bancario financiero, mientras que se dice que no hay dinero para sanidad, educación, servicios sociales, seguridad, cultura...Y eso que, entre esas personas había incluidos –como se dice ahora--, muchos niños en riesgo de Exclusión  ¿social?; no; Vital.
  


Sin embargo, la parte negativa de esa teoría es que, pese a las ayudas concedidas a los organismos definidos por los dirigentes como prioritarios, en este caso concreto, las entidades  financieras, una considerable parte de los seres humanos que forman paarte dl conjunto de la sociedad, han sido abandonados a  un fin como víctimas  del sacrificio requerido para salvar a la banca y a ciertos banqueros, hundiéndolos en la miseria, la desesperación y condenados a una muerte lenta o a un descarnamiento de vida; a vivir casi como humazombies, con apenas medios de supervivencia y el intenso dolor de ver desplomarse a sus familias.
  




Incluso por esa falta de medios para vivir, varias personas, en su desesperada impotencia y sin saber muy bien qué hacer, optaron por suicidarse a causa de las decisiones de los dirigentes; los políticos elegidos como sus representantes, los encargados de defender los intereses de los ciudadanos.
  Pero resulta que hay un apartado que apenas es abordado con alguna profundidad: las organizaciones creadas y aceptadas  por la sociedad para  cumplir ciertos fines, como las entidades financieras, están dirigidas por ciertas personas.




   Unas personas que toman decisiones, las cuales afectan a unos seres humanos, influyendo de manera decisiva en los rumbos que puedan tomar sus vidas, sin que los seres humanos afectados tengan posibilidades reales de resistir a los efectos negativos  ni de alegar contra ellos.
  



 Y en una sociedad realmente civilizada, debería de estar fuera de toda discusión el hecho de que las personas encargadas de gestionar las entidades financieras –o de cualquier otro sector--, en los casos en que su gestión perjudique notablemente y de manera  decisiva las vidas de un considerable número de seres humanos, deberían de hallarse obligadas por ley a responder de sus acciones ante los organismos legales adecuados, compuestos por representantes de todas las clases sociales presentes en la sociedad.



   Igualmente, y ante el mismo organismo, deberían de responder los Dirigentes políticos como representantes de los ciudadanos, para exponer con las pertinentes pruebas de que no existían otras opciones (nombrándolas y desarrollándolas) más que las que se emplearon. Obviamente, el órgano encargado de realizar estas audiencias debería de ser absolutamente independiente de influencias de los implicados.



 Personalmente, pienso que los seres humanos deben de hallarse situados por encima de todos los organismos de la sociedad; la sociedad debe de atender todo lo que pueda mejorar a las personas: sanidad, educación, cultura, seguridad,  ocio... 

   Si no es así, la sociedad existente debe de ser rechazada como tal y proceder a su  modificación con la mayor perseverancia y medios adecuados al momento y a las necesidades.





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