lunes, 16 de septiembre de 2013
















PROPUESTA  PARA  POLÍTICOS DEMOCRÁTAS

La falta de ética es un  virus que devora a casi todos los partidos políticos de España.
Si existe tanta inmoralidad tal vez sea debido a que una gran parte de los políticos no creen  realmente en la democracia, sino en medrar a su costa.
Cada vez son más los que reclaman una urgente regeneración de la política,
Pero, ¿no sería más acertado reclamar una regeneración –mejor  cambio--, de los políticos?
  Si verdaderamente los políticos quieren ser los representantes de los ciudadanos deberían de comenzar por hacer públicos los trabajos que realizan en el Congreso y en el Senado y, naturalmente, en qué ocupan su tiempo de trabajo a título individual.



  Por ejemplo: informar a los ciudadanos de las comisiones que están trabajando en el Congreso; en qué asuntos se ocupan; el número de componentes que forman cada una—y sus nombres, cargos políticos que desempeñan, etc.--; el tiempo que lleva funcionando cada comisión y  la duración estimada de sus trabajos; las causas que originaron la puesta en marcha de la comisión…


   Como se advierte, ésta es una labor sencilla, que podría ser llevada a efecto por un secretario de un subsecretario u otro probo funcionario deseoso de mostrar sus facultades.

Sr.Gibbs,¿Cómo está la política?...


   No  contendría  demasiada dificultad el que los políticos representantes de los ciudadanos diesen a conocer a sus representados las dificultades que encuentran para sus importantes labores, los horarios que soportan…





   Esta es mi humilde proposición destinada a acercar   los  políticos y sus partidos a los ciudadanos comunes, a mostrar en qué emplean su tiempo, pagado por todos los ciudadanos vulgares y extraordinarios de una manera u otra  y  dejemos de padecer la molesta sensación de que lo que rodea a los  políticos está oculto para los ojos del resto de mortales.
¿Somos los ciudadanos...?



  A ver si un día se construye el andamio de la democracia y dejamos de ser prisioneros de algunos capos políticos, con perdón de los capos.





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