jueves, 18 de abril de 2013















OBAMA, MERKEL, ROUSSEFF, PEÑA NIETO, SANTOS,  CAMERON, XI JINPING...SUS  LEYES...¿JUSTAS PARA TODOS?...


(¿A  QUIÉN  REPRESENTAN  LOS  PARTIDOS  POLÍTICOS?)

Uno de los fines del Estado es el de dictar imperativos legales, denominados leyes y normas. Estas leyes y normas suele decirse de ellas que son las reglas básicas de convivencia sin las cuales resultaría sumamente problemático el convivir en la Sociedad.
   Sin embargo, estas leyes y normas, en su sentido profundo, atienden a una filosofía basada, esencialmente, en servir a unos objetivos consistentes en las necesidades de unos determinados grupos sociales minoritarios.

Sr. Presidente de Colombia



  Pues, si examinamos los efectos prácticos de las leyes en el conjunto de la sociedad no tardaremos mucho en advertir que los legisladores, es decir, los políticos, los representantes de todos los ciudadanos, los llamados “Padres de la Patria”, formulan las diferentes  leyes respondiendo esencialmente al peso o influencia de que dispongan, o sepan canalizar, unos grupos sociales concretos, llámense banqueros, financieros, grandes empresarios, mega empresas globales, o cualquier otro  sector organizados para tal finalidad, que, en esos momentos puedan  hacer notar su grado de influencia sobre el gobierno.
  

Sra. Presidenta de Brasil



Entonces, las leyes y normas que promulgan los “representantes de todos los ciudadanos”, los “Padres de la Patria” en los  Parlamentos, Congresos y Senados, son como una respuesta de estos a los deseos de los grupos sociales más poderosos.



Sr. Presidente de Estados Unidos de Norteámerica




  Con  estos  factores, no demasiado difíciles de comprobar, es más bien  un sarcasmo escuchar la repetida invocación  que afirma  “La  Ley es igual para todos”, puesto que las leyes nacen ya viciadas, resultando prácticamente  vanos  los  agotadores esfuerzos  que llevan  a  cabo  las  organizaciones  y personas  de  buena  fe  que  tratan  de  obtener  veredictos  que  impartan  disposiciones  realmente  justas, que no  se atengan exclusivamente  a  conceptos  tales  como  



Presidente del Gobierno de España



“legalidad”, “ateniéndose al Imperio de la Ley”, etc., sino que busquen de corazón la verdadera Justicia, la cual tal vez  no  debería proclamarse “imparcial”, más bien debería establecer una flexible inclinación hacia aquellos litigantes que dispusieran de escasos recursos, de un bagaje cultural no excesivamente amplio y profundo y poco conocedores de los pliegues recónditos de las disposiciones legales, que les llevarían, fácilmente, a estrellarse en sus peticiones de Justicia, no de veredictos legales.
  
Sr. Slim Helú: los caudales le cantan





Sr. L. Mittal, la Mística del  dinero



Quizá resultara más conveniente para todos los ciudadanos, y no sólo para los exclusivos miembros del Club de los Detentadores del Poder, que en los Parlamentos, Congresos, Senados y Grupos de Presión, se hallaran presentes  personas pertenecientes  a grupos sociales desposeídos de momento de 

¿Y  nosotros...?




recursos abundantes de variada especie, como  desempleados, enfermos, minorías, artesanos, pequeños emprendedores, receptores de rentas miserables, etc.

¿Quién hace las partes...?


   Puede que sea necesario comenzar a realizar intentos para que este propósito  consiga llegar a ser  una realidad en un tiempo lo más cercano posible.


Las Ideas y las Palabras  pueden  ser las mejores armas



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