La Recuperación

DESAHUCIO   Y  SUICIDIO

Un ser humano que residía cerca de la ciudad de Pego, al norte de la  provincia de Alicante, en la España de la Recuperación,  se suicidó el  pasado martes, 1 de abril, desesperado porque  la entidad financiera Caixabank iba a desahuciarle.

  

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca le estaba  ayudando, pero el pobre hombre, que era divorciado, con dos hijos, y que vivía  con su madre de 85 años, no pudo seguir soportando la presión constante del banco y se mató.

   La noticia no mereció la atención de los grandes infomedios. Era un pobre; un trabajador; hay muchos; es una baja prevista:

  Además, el banco cumplió las leyes redactadas por los representantes de los ciudadanos; esos políticos a los que hemos votado para que defiendan nuestro bienestar y nuestros intereses.

   Pero las leyes que salen de sus Parlamentos y de sus lujosos Congresos no están hechas para defendernos, sino para defender los intereses de los grandes capitales.

   Los políticos que hemos votado; todos los que están presentes en el Parlamento y en el Congreso, son quienes hacen las leyes y tienen la capacidad de modificarlas, de manera que no perjudiquen a los ciudadanos  que se hallan en situación de desamparo.

   Para eso formamos parte de la Sociedad. Contribuimos  a ella con trabajo, que  se nos lleva la mitad –o más--, de nuestra vida; contribuimos a la Sociedad  pagando los impuestos, de los que salen los salarios de esos políticos.

   ¿Qué nos devuelven a cambio?

   La palabra “Sociedad” me trae a la cabeza la idea de “socio”: socio. Pero deberíamos de reflexionar si vale la pena lo que damos a la sociedad si sus dirigentes, los políticos que elegimos para que defiendan nuestro bienestar y nuestros  intereses, no nos consideran socios en igualdad de condiciones.

   Ellos pueden cambiar, incluso derogar o eliminar las leyes que no se adecuen a la demanda de la mayoría de la sociedad. Lo que hace falta es unirnos y presionar de manera constante y por los medios más convenientes.

   Tenemos el poder de ser más; la mayoría, cuando pide justicia social y bienestar para las personas no suele equivocarse demasiado.

   Tenemos buenas organizaciones como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca; organizaciones muy mejorables como los sindicatos; organizaciones como las Juntas de Vecinos, como varias ONG’ s, como muchas otras culturales... como muchas otras de variada especie, pero unidas, de manera latente, por la exasperación...

  Tenemos pues  los medios; tenemos la indignación; sabemos lo que nos está hundiendo la vida y asesinando la ilusión de vivir...