RACISMO
PREJUICIO
Y SENSIBILIDAD.
Que difícil resulta escapar
de las corrientes mentales que nos arrastran y
nos llevan a los puertos que otros quieren. No es tan simple como pueda parecer a la
primera impresión el no dejarse influenciar, en un sentido o en otro, por las
opiniones de los amigos, conocidos, familiares,
lo que repiten los infomedios...Y todo puede degenerar en la formación
de un tipo monocorde de opinión; todos los manipulados pensando igual o muy
parecido; todos discrepando de las mismas cosas, cada vez más parecidos a
humazombies, ¿podemos llegar a que nos adormezcan la capacidad de juicio personal sin darnos cuenta?.
Un tema que parece espinoso: Si en el bloque de pisos, o en la calle en
que resido, se instala un sueco ( o un nórdico cualquiera) por ejemplo, o un
rubio inglés de ojos zules y epidermis sonrosada, y resulta que origina ruidos y molestias a los vecinos, arroja
basura por los alrededores...en resumen: que es una persona escasamente cívica,
pues se le puede criticar abiertamente, llamarle la atención, al principio
amablemente, después requiriéndole, e incluso, llegados a este punto indeseado,
se le puede denunciar utilizando los recursos que nos brinden las diferentes
normas y la sustancia de las acciones
cometidas...Los hechos seguirán su camino “normal”, derivando (afortunadamente
para todos) en civilizados acuerdos
entre las partes implicadas o
(por nefasta desgracia) en resoluciones legales de obligado cumplimiento...
Todo es complicado si nos detenemos a considerarlo... |
Pero, si la persona que molesta al resto
de la comunidad afectada, es un ciudadano/a de color, etnia minoritaria,
situación legal irregular o distinta religión...En ese caso, todo se complica; surge la temida palabra “Racismo”
lanzada contra quienes se quejan, de repente, surgen representantes de ONG
`s que convocan a los infomedios
locales, comarcales y, especialmente, nacionales, consiguen aparecer durante
segundos en los noticiarios declarando que los vecinos son xenófobos, racistas
y varios adjetivos peyorativos más. (Por cierto, extrañamente, en la mayoría de
los casos, los vecinos afectados no suelen ser llamados para explicar sus
razones; su versión de los hechos).
Personalmente, no acabo de comprender el racismo:
incluso me parece absurdo. Resulta tan obvio que buenas, regulares y malas
personas las hay de todos los colores, credos y razas que prepensar que una
raza o religión posea el monopolio de la sabiduría, la bondad o las virtudes o
defectos me resulta un argumento bastante inconsistente.
¿Pensar por uno mismo es malo...? |
Pero comienza a inquietarme, desde hace ya
cierto tiempo, cómo se va imponiendo, por parte de los infomedios y de
personajes de alguna notoriedad, la idea sin fisuras de que cualquier queja
sobre personas de religión, color o
etnia diferente se califica de inmediato como racismo, xenofobia. Y a partir
del instante en que un hecho es calificado como
racismo, muere la oportunidad de
explicarse de la parte quejante.
¿Pensar por uno mismo o dejar que piensen otros...? |
Con el pertinente respeto y humildad me
atrevo a sugerir la posibilidad de que
no todos las personas de otra raza, color o creencia se hallen revestidas de
virtudes y desprovistas del menor asomo
de defecto; panes los cuecen aunque de maneras diferentes en casi todas
partes. Por eso pido que no salten de
manera automática las descalificaciones;
procuremos no caer en el tobogán del pensamiento superficial y de los
estereotipos, de los clichés repetidos, que puede descendernos al pantano de
los pensamientos dirigidos, monolíticos.
Y pensemos por nosotros mismos, con el riesgo de equivocarnos, pero con
la capacidad de rectificar también nuestra. Y procurar conocer todos los
hechos, sus luces y sus sombras y arriesgarnos a pensar: “Esto que cuentan, ¿pudo ser de otra
manera?, ¿siempre ha de ser lo que parece?, ¿Todo lo que cuentan los infomedios
es siempre la realidad absoluta?”...Yo creo que no.
Y hasta que se no se hable en profundidad de un tema, por
escabroso que resulte, escuchando y examinando virtudes y defectos, de manera
civilizada, ese tema será esencialmente vacío, engañoso...
Nos aseguran que estamos en la Era de la Información. Pues
que sea en todas direcciones. Y que todos podamos expresar nuestras dudas, que
se originan en los deseos de conocer. Pero de conocer todas las facetas de la
cuestión, no únicamente las convenientes o las consideradas como correctas por
un sector y que pretenda imponerlas de manera más o menos sibilina al resto de
personas. Hala.
Todos somos Uno... |