lunes, 29 de julio de 2013







EL  TREN  OURENSE- SANTIAGO TOMÓ
OTRO  PASAJERO.





Descarrila un tren en Galicia: 79 muertos. 79 vidas arrebatadas.¿Por incompetencia?  ¿Por falta de medidas de seguridad? Tal vez por la suma de los dos factores. Quién sabe si nosotros sabremos algún día la parte de responsabilidad que le corresponde a cada cual.  Del accidente del Metro de Valencia todavía no se sabe  quienes fueron los responsables…Creo recordar que el accidente del Metro de Valencia tiene ciertos puntos parecidos a éste…animo a los lectores que lean en la Wikipedia el  artículo “Accidente del Metro de Valencia”, es instructivo.



   Y siempre que hay muertos en cantidades importantes aparecen los velamuertos de Postal; jefes políticos y personajes reales, que, de inmediato, son enfocados por todas las cámaras, de televisión, de reporteros…
  


 Y de inmediato se destaca el momento en que los Grandes Personajes  dan el pésame a los allegados de los fallecidos; todos los telenoticias, cadenas de radio, diarios, nos meterán hasta por el grifo ese solemne momento y la extrema piedad de los Grandes Personajes… debería disminuir ese abuso de primeros planos y de almibarado ensalzamiento de los dirigentes políticos y de la Casa Real que efectúan todos los infomedios sin cuartel,  



porque pueden dar –y dan—la fuerte impresión de que acuden más por salir  en los infomedios que de consolar a los inconsolables y de que los reporteros están más pendientes de inmortalizar y glorificar ese momento que otra cosa.

   Personalmente: en esos dolorosos momentos, me consuela infinitamente más el abrazo de una  amiga/o  que el de un rey, dos príncipes y doce ministros.




miércoles, 17 de julio de 2013







TRABAJOS  DE   LOS   POLÍTICOS


Mientras los líderes de los partidos políticos “de masas”, y arrastrados por ellos, las cúpulas dirigentes  se emplean a fondo para disimular los evidentes  y numerosos casos de corrupción y atenuar o diluir sus efectos; mientras otros de los grupitos dirigentes de los partidos se hallan ocupados y centrados diseñando estrategias y efectuando maniobras con el objetivo de mejorar su posición en el partido o defender el cargo público que tantas degradaciones le costó,


Ellos quieren el bien de los ciudadanos. Y nos contarán Alicia en el País de las Maravillas...



¿Quién de ellos se preocupa de verdad de la situación desesperada de millones de ciudadanos condenados al paro, que no reciben ninguna subvención que les permita vivir como personas y de aquellos que están en riesgo de perder su casa?
  



 Se debería de exigir a todos los partidos políticos que hiciesen públicos los estudios  o planes que hayan ideado referentes a paliar, o mucho mejor, a terminar con el paro; a remediar el desastre del sistema educativo; a recortar los omnipotentes poderes de los bancos; a asegurar los medios por los cuales los ciudadanos podamos vivir con dignidad, etc., etc....Y señalar las causas por las que no se pudieron realizar dichos planes, ya fuese en su totalidad o parcialmente.



 Es decir, que diesen cuenta a los ciudadanos de los trabajos que llevan a efecto en beneficio de los propios ciudadanos, que es la misión para la que realmente fueron elegidos como Representantes del Pueblo  (en estos días del siglo 21, decir, como asegura el art. 6 de la Constitución española, que los partidos políticos “concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular” es decir algo para no hacer casi nada...¿Cómo muchas Constituciones nacionales?..)
   Aquellos partidos que no hiciesen públicos sus planes quedarían calificados por sus mismas obras, en este caso la falta de ellas, como indignos de la confianza de los ciudadanos y deberían de perder todas las subvenciones públicas concedidas en base a ser representantes de los ciudadanos.
   Pues, en estas edades, algo alejadas de la Edad de Piedra (..no sé yo..no sé yo..), uno de los  trabajos imprescindibles  de un partido político, realmente democrático, debería de ser el de tomar nota de los problemas de los ciudadanos y buscar –y encontrar—las soluciones de la manera más rápida posible.

Si hoy apareciesen millones de Espartacos...¿acabarían como él...O triunfarían...?



   Puede que en lugar de llamarnos ciudadanos, deberíamos llamarnos ilotas, como aquellos desdichados esclavos, desposeídos de los bienes y de los goces de los verdaderos ciudadanos, que servían a los lacedemonios...