jueves, 2 de agosto de 2012

CIUDAD Y DEMOCRACIA

















CIUDAD  Y  DEMOCRACIA

Habito en  Denia, ciudad  situada en la costa de Levante, a 100 Km. al norte de Alicante  y  100  Km. al sur  de Valencia.
   Nací  y me crié en esta ciudad, pero, últimamente, la desconozco.
  Ahora, todo lo que es el centro de la ciudad lo han cerrado al transito de coches. Los Amos de la ciudad dicen que es una zona peatonal; pero no es cierto;  es una zona comercial.
    Los bares y restaurantes han llenado las calles de sillas y mesas que dificultan el paso de los caminantes, y no hablemos de cuando sillas y mesas están ocupadas; es un tortuoso y fatigante camino. Y si el caminante arrastra un carrito de la compra…ciertamente, no es un camino de rosas.
   Puede que los dueños de los bares y restaurantes obtengan beneficios; pero ¿y los vecinos?.
   Desde que se comercializaron  las calles  se han disparado los carteles de “Se Vende” en las casas; los más afortunados  han cambiado de domicilio; los otros, se aguantan renegando del barullo de los clientes de los bares y restaurantes.
   En el centro de la ciudad había una placita en cuyo centro daban sombra y frescor en verano un grupito de árboles.
   Sin consultar con nadie, la corporación demolió el  murito de piedra que protegía a los árboles y procedió a arrancar éstos.
  Ahora la  plaza es un horno en el verano y un desierto en invierno; han plantado unos arbustos…del lado en que un edificio proporciona sombra durante el verano, dejando todo el centro y el lado que más recibe el sol expuestos a los rigores del Astro Rey.
   Ooohoo. Y los bancos que han colocado, resultan ser tan bajos que las personas, especialmente las que tienen las articulaciones algo rígidas, padecen al tratar de levantarse.
   Todo se hace de cara a San Turismo
   Da la sensación de que los Amos de la ciudad quieren que esta parezca un bar; un lugar en el que comerciar.
   Pero el comerciar sin más es una acción breve y sus beneficios no llegan a toda la población.
   ¿Por qué no se tiene en cuenta a los ciudadanos en el momento de cambiar el aspecto y el modo de vivir de una ciudad?
¿Por qué, a la hora de tomar decisiones, las corporaciones locales se reúnen con comerciantes y nunca, en esos momentos, con los ciudadanos?.
   ¿Se transfiere esta situación al verdadero estado de la democracia representativa?.
   Me siento en crisis….

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