LOS DUQUES
DE PALMA
¿VUELVEN A
CASA (REAL) POR NAVIDAD?
Los Duques
de Palma acudieron al Hospital en el que se encuentra el rey Juan Carlos I
convaleciendo de su operación de cadera.
Y lo hicieron acompañados en su monovolumen
por la infanta Elena y por la reina, Doña Sofía.
La relación de los duques de Palma con la
Casa Real
se había desviado desde hace un año, cuando el duque fue imputado por malversación de fondos públicos y fraude
a la
Administración. Entonces el comportamiento de D. Iñaki Urdangarín fue calificado por el propio rey como “Poco ejemplar”.
Para distanciarse del hervor maligno de la
población los duques de Palma se fueron
a vivir a Estados Unidos, en una zona residencial de Washington.
El sofoco de la
Casa Real española con los duques de Palma
no lo fue del todo, pues la reina Doña Sofía acudió a visitarlos en una ocasión
a Washington, alojándose durante cinco días en la residencia de los duques,
apareciendo todos juntos fotografiados
en la revista “Hola”.
Y ahora, nuevamente la reina de España se hace cabeza visible de una aparente
disensión de la política oficial de la Casa
Real, que había fomentado una dura imagen del príncipe Don
Felipe oponiéndose a las pretensiones del duque de Palma y manteniendo el estado de “aparcamiento” de las relaciones entre la
Casa Real y los duques.
La Casa
Real española considera que la imputación por malversación de
fondos públicos y otros delitos, hecha contra el duque de Palma, ensombreció el
prestigio de la Corona
española, afectando especialmente al rey don Juan Carlos y a su heredero, el
príncipe don Felipe, por ello decidió apartar a los duques de cualquier
actividad oficial de la Casa Real.
LA REINA ¿REBELDE?
Sin embargo, parece que Su Majestad la reina
no hace mucho caso de las posturas oficiales de su propia casa (la
Casa Real) y actúa por su cuenta y riesgo,
incluso enfrentándose a su propio hijo, el príncipe don Felipe, a quien últimamente los ociomedios parecen concederle rango de Jefe de la
Casa Real y a las decisiones tomadas por la Corona española tendentes a
distanciarse de los duques de Palma…
Claro que se puede decir, y decir bien, que
la reina es madre y yaya, y quiere ver a su hija y a sus nietos…Pero, claro, se
supone que también es reina, reina de España.
Y se
supone que deberá tener ciertas obligaciones, y posiblemente una de ellas sea
la de cumplir con las decisiones que adopte el Jefe de la
Casa Real: si el Jefe de la familia
real piensa que es mejor, por el
momento, enfriar la relación con los duques de Palma hasta que se aclare en algún sentido las acusaciones contra el
duque…
y el papel jugado por su esposa, la infanta Cristina, como miembro del
consejo de administración de la sociedad involucrada en negocios por ahora oscuros, pues la reina
debe aceptar esa decisión. Y si la asaltan incontenibles deseos de disfrutar de la presencia de su hija,
nietos y señalado yerno, puede hacerlo, pero de manera discreta. Seguro que no
le faltarán adecuados medios para realizar la visita a su hija y nietos sin que
los ociomedios reflejen el momento para los súbditos.
DOÑA SOFÍA
TIENE UN PLAN.
Aunque,
naturalmente, también puede ser que, en realidad, la reina esté desempeñando un
papel: el papel de hacer de avanzadilla, provocando esta situación de aparente
enfrentamiento con la decisión de la Casa Real para estudiar en realidad la reacción de los
ociomedios y del pueblo a su imprevisto
acercamiento a los duques de
Palma, al cabeza de los cuales, el
propio rey don Juan Carlos afirmó que “no había tenido un comportamiento
ejemplar”.
Y entonces, esta acción de la reina
obedecería a un plan para reanudar la normalidad entre el núcleo de la Casa
Real española con los duques de Palma, y dejarlo todo en Agua
De Borrajas, como si no hubiese sucedido nada.
Después de todo, hay augustas personas
reales que están fuera de las leyes
terrenales, mejor dicho por encima de ellas, como Dios.